Trevor Weeks, fundador del Servicio de Ambulancia y Rescate de la Vida Silvestre de East Sussex, afirma que Halloween coincide con el momento en que los erizos quieren engordar para la hibernación. Las calabazas les provocan diarrea, pierden peso, se deshidratan y "tendrán dificultades para sobrevivir a la hibernación", afirma.