La periodista se encuentra en Portugal, invitada por la embajadora de Estados Unidos, Randi Charno Levine, en el marco de la conmemoración del "Mes de la Historia de la Mujer".
"Hay dos grandes retos a los que se enfrenta el periodismo en estos momentos", afirma, señalando como "número uno" el hecho de que los periódicos locales están cerrando "y las noticias locales se están agotando".
En Estados Unidos "lo llamamos desierto informativo, donde los periódicos locales ya no cubren las ciudades", prosigue el periodista.
"Y hay estadísticas que demuestran que cuando los ayuntamientos o las legislaturas no son cubiertos por los periodistas locales, las calificaciones de los bonos municipales bajan porque los reporteros no están ahí para pedir cuentas al gobierno local", argumenta Jennifer Griffin.
Por lo tanto, "el cambiante panorama informativo, en el que no es económicamente viable tener reporteros que informen sin miedo y pidan cuentas a los funcionarios del gobierno, es un problema", subraya la periodista de Fox News Channel (FXC).
Desinformación
Y el hecho de que haya países "donde los periodistas ya no están seguros, ya sea China, Rusia o Irán o Afganistán" y donde "no sabemos lo que está pasando allí", que "permite a los autócratas utilizar la desinformación para mentir básicamente a sus audiencias", que, de esta forma, "no saben lo que está pasando realmente en el mundo".
"La desinformación y la proliferación de públicos que no saben distinguir entre la verdad y la ficción y que están siendo manipulados por Putin y otros líderes mundiales que no quieren que sepan la verdad, ese es el mayor peligro al que se enfrentan el mundo y las democracias ahora mismo", concluye la periodista.
Jessica Griffin asegura que nunca sintió que ser mujer periodista le impidiera hacer su trabajo. Preguntada por el consejo que daría a una joven periodista, sostiene que lo primero es entrar en el terreno.
"Nunca me gusta decir a los jóvenes que es más peligroso ser periodista ahora que cuando yo empecé", porque entonces era peligroso", "pero ahora", tras la decapitación del periodista Daniel Pearl y el hecho de que el periodista sea a menudo el objetivo, las cosas han cambiado a peor.
"Cuando Al Qaeda empezó a asesinar periodistas delante de las cámaras" con fines propagandísticos o en Serbia, durante la guerra de Yugoslavia, donde eran objetivos, todo se volvió muy peligroso", subraya.
Los periodistas "son un objetivo en las zonas de conflicto. Por eso odio decir a los jóvenes que vayan" a zonas de conflicto, pero "ahí es donde se hace carrera, ahí es donde se puede ser testigo" de la historia.
Sin embargo, "diría a las jóvenes" que sigan cualquier historia que les interese.