Esta postura fue transmitida por Mariana Vieira da Silva al término de la reunión del Consejo de Ministros, tras ser preguntada sobre si el Gobierno volvería a imponer el uso de mascarillas en lugares públicos cerrados, concretamente en farmacias o centros de salud, como ya ocurre en el Hospital Santa Maria de Lisboa.

"Cuando el Gobierno eliminó la obligatoriedad del uso de mascarillas en espacios públicos, siempre hizo hincapié en que los establecimientos sanitarios siguieran teniendo sus propias normas, pudiendo adaptarlas en función de las circunstancias. El Gobierno ha estado evaluando la evolución del número de casos de Covid-19 y, en este contexto, el Hospital de Santa Maria tomó la decisión, una decisión que es suficiente en este momento", consideró.

La ministra de la Presidencia insistió en que el Gobierno, especialmente a través del Ministerio de Sanidad, está vigilando la evolución del número de nuevos contagios, destacando en este contexto "la importancia de la vacunación contra la gripe y el Covid-19 que comienza este mes de septiembre".

"Cuando el Gobierno anunció el fin de las medidas específicas para combatir la pandemia del Covid-19, recuerdo que destaqué que la vigilancia pasó al ámbito del Ministerio de Sanidad, que está analizando los datos y está prestando atención a un aumento de casos que se está produciendo en muchos países europeos", dijo.

Sin embargo, según el titular de la cartera de Presidencia, "en este momento, la valoración es que no son necesarias medidas adicionales".

"Desde el punto de vista de la capacidad de respuesta del Servicio Nacionalde Salud (SNS), dadas las cifras conocidas, [la situación] permanece bajo control. Esto no significa que determinados establecimientos no tomen decisiones y que todos, particularmente en el contexto de las relaciones con personas más vulnerables, adoptemos precauciones que hoy, después de la pandemia, todos conocemos", añadió.

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