El número de viviendas vendidas en el mercado sueco ha ido disminuyendo: entre mayo y julio se vendieron 13.800 casas y 23.000 condominios, lo que supone un descenso del 12% respecto al mismo periodo del año anterior, según datos de la correduría Svensk Mäklarsamfundet, junto con una caída de los precios de la vivienda.

Sin embargo, la realidad en Portugal es diferente: "Estamos muy lejos de un espejo. No se espera esta caída del sector inmobiliario en los próximos años", considera Hugo Santos Ferreira, presidente de la Asociación Portuguesa de Promotores e Inversores Inmobiliarios(APPII), en declaraciones a Lusa.

Menos transacciones inmobiliarias

El economista João Duque afirma, en declaraciones a Lusa, que la evolución de los precios y de las transacciones en el mercado inmobiliario europeo muestra una tendencia negativa desde el cuarto trimestre del año pasado.

João Duque explica que, aunque sigue habiendo una variación global positiva en el índice europeo de precios de la vivienda, calculado por Eurostat al comparar los niveles de este índice con los del índice correspondiente del año anterior, hay algunos mercados en los que es negativa: Suecia -6,9%, Alemania -6,8%, Dinamarca -6,2% o Finlandia -5,1%.

"El entorno está cambiando en Europa. La subida de los tipos de interés frena la demanda, algo esperado. La cuestión es si la oferta se siente cómoda con el inmueble aunque esté vacío o si esta condición o la subida de los tipos de interés obliga a una venta precipitada", destaca.

João Duque señala que "en Europa, la inversión inmobiliaria parece estar en un momento recesivo", ya que, "además de que el mercado de la vivienda está cayendo tanto en precios como en transacciones, la actividad económica está en contracción, lo que no augura nada bueno en cuanto a la búsqueda de espacios comerciales u oficinas

¿Es la corrección del precio de la vivienda un riesgo en Portugal?

Sin embargo, el economista Pedro Brinca, a pesar de destacar, en declaraciones a Lusa, que "hay una corrección en los mercados internacionales", de la que Suecia es un ejemplo, cree que Portugal sigue siendo una excepción.

"No me sorprende en absoluto que la corrección de los precios no se observe en países como Nueva Zelanda, Canadá, Portugal u otros", afirmó.

Hugo Santos Ferreira destaca que los últimos datos divulgados por elInstituto Nacionalde Estadística (INE) indican que "las casas [en Portugal] siguieron aumentando de valor, a pesar de haber habido menos tasaciones", lo que representa inmediatamente "una diferencia con Suecia".

"Seguimos teniendo un mercado desequilibrado, en el que hay mucha demanda y poca oferta", subraya, argumentando que es "importante no permitir que los activos se devalúen".

El presidente de APPII sostiene que si los activos empiezan a devaluarse como ocurrió en Suecia -cosa que no espera que suceda-, disminuye el patrimonio familiar, aumenta el riesgo económico, financiero y bancario, y también disminuye la inversión extranjera directa (IED).

A pesar de la crisis inmobiliaria sueca, Pedro Brinca cree que el país tiene las herramientas para responder al desafío: "Suecia tiene, en términos de su posición presupuestaria, la capacidad de intervenir en el sector para apalancar cualquier problema en el sector financiero, además de tener su propia moneda . Eso les da otro tipo de armas que Portugal no tiene", dijo.