Informado por Lusa, António Eusébio, que participó en el Encuentro Nacional de Entidades Gestoras del Agua (ENEG), en Gondomar, describió un escenario crítico en las presas del Algarve, que en su conjunto no superan unos 56 hectómetros cúbicos (hm3).
"El Algarve necesita más de 115 hm3, no para el consumo humano, que utiliza entre 70 y 75 hm3, sino para todos los demás usos necesarios. Viendo este escenario, vamos a obtener menos de 10 hm3 de las aguas subterráneas, queda mucha agua para más allá del año 2024", afirmó António Eusébio.
De acuerdo con el responsable, la presa de Odeleite tiene actualmente cerca de 26 hm3, después de la entrada de cerca de 10,5 hm3 con las lluvias de octubre, la presa de Odelouca tiene 8,8 hm3, lo que añadió otros 500 mil metros cúbicos en el momento.
En Bravura, la situación es más crítica, con la presa cerca del nivel de volumen muerto, situación que ya ocurrió este año. En Funcho, el nivel del agua ronda los 11 millones de metros cúbicos.
A pesar de que el país se encuentra en el inicio del periodo húmedo, António Eusébio asume que el Algarve vive "una de las situaciones más críticas de la historia en términos de escasez de agua" y se muestra preocupado por "lo que pueda ocurrir".
Desde hace varios años, se viene realizando un esfuerzo inversor para superar estas limitaciones, que ahora se refuerza con una dotación de 170 millones de euros procedentes del Plan de Recuperación y Resiliencia (PRR).
El plan conjunto para paliar los efectos de la sequía en la región estima que se podrán conseguir unos cinco hm3 en agricultura y dos en abastecimiento público mediante la reutilización de este recurso hídrico.
Por otro lado, la desaladora producirá 16 millones de metros cúbicos de agua dulce al año.
A estas medidas se suman la captación del volumen muerto de la presa de Odeleite - fro m450 litros por segundo y la captación del río Guadiana.
Sin embargo, a pesar de las grandes inversiones, estas medidas representan unos 62 millones de metros cúbicos y pueden no ser suficientes si no se invierte el curso del cambio climático.
El responsable admite que, a pesar de todos los esfuerzos que se están haciendo para cumplir los plazos, será difícil completar algunas de estas inversiones antes de 2026, como la desaladora del Guadiana.
En un plazo de 10 años, António Eusébio prevé que serán necesarias otras inversiones del mismo orden de magnitud, incluida una nueva desalinizadora.
El administrador que participó esta tarde en una mesa redonda, en la que se debatió sobre la economía circular frente a la amenaza del cambio climático, admitió que "las medidas un poco más agresivas en otros sectores"", dada la crítica situación en la que se encuentra la región.
Al inicio del ENEG, el vicepresidente de la Agencia Portuguesa de Medio Ambiente (APA), José Pimenta Machado, admitió que la escasez de agua en el Algarve es la "peor de la historia" y que, de mantenerse este escenario, a principios de 2024 podría ser necesario imponer límites al consumo.