La huelga de 24 horas, que comenzó a las 00:00 y termina a las 23:59, provocó el cierre de los supermercados Minipreço de Lisboa, Amadora, Odivelas y Barreiro, según explicó a Lusa Filipa Costa, presidenta de Cesp - Sindicato de Trabajadores del Comercio.
El director anunció, en un primer balance a las 10:00, que algunos supermercados Pingo Doce están funcionando con casi la mitad del personal en la zona de Lisboa y una gasolinera en Braga está cerrada.
Los trabajadores exigen aumentos salariales de al menos 150 euros al mes y el respeto de las horas de trabajo.
Según Filipa Costa, no es aceptable que, en un contexto de "aumento del coste de la vida", los trabajadores sigan cobrando el salario mínimo o "un poco más" y los beneficios de las empresas "hayan aumentado exponencialmente".
La dirigente sindical también destacó la "falta de respeto generalizada" por las horas de trabajo.
"Faltan trabajadores y las empresas no quieren contratarlos", reclamó el presidente del Cesp, sindicato que también exige el cierre del comercio los domingos y festivos y la reducción de la jornada laboral hasta las 22.00 horas el resto de días.