Marcelo Rebelo de Sousa afirmó que, hasta el final de su mandato, el papel del Presidente de la República será hacer que "los datos estructurales prevalezcan sobre los mínimamente coyunturales".
El Jefe de Estado abordó, en particular, la política exterior y de defensa de Portugal, considerando que "es más fácil" para el Jefe de Estado mantener su continuidad, ya que el país tiene una "estabilidad que no depende del Gobierno".
"Incluso con Gobiernos que tenían fuerzas en su base de apoyo que presentaban dudas, críticas o distanciamiento respecto a puntos fundamentales de la política exterior, nunca se ha dejado de proseguir", afirmó.
Sin embargo, Marcelo Rebelo de Sousa consideró que "vale la pena reafirmar lo obvio", empezando por destacar la inclusividad de Portugal a la Comunidad de Países de Lengua Portuguesa (CPLP), que está "pasando por un enorme cambio".
"Es la transición de la post-independencia a una diversificación de fuerzas económicas, sociales y políticas", afirmó.
El Jefe de Estado recordó también el "compromiso" de Portugal con la Unión Europea, la OTAN "y, en general, las relaciones transatlánticas", así como su "compromiso con el universo iberoamericano".
Junto al compromiso de Portugal con las organizaciones internacionales, Marcelo Rebelo Sousa también llamó la atención sobre el "papel pionero" que el país ha tenido "como plataforma entre continentes, en el clima, en los océanos, en las migraciones, en los valores y principios del derecho internacional, en las organizaciones internacionales o en su papel futuro".
"Todo esto es nuestra marca y no podemos perderla", advirtió.
Marcelo Rebelo de Sousa consideró que aquellos que, "formal o informalmente, tienen influencia en el mundo" o que "pueden tenerla en un futuro próximo, son esenciales para potenciar la política exterior y la política de seguridad nacional".