"El régimen de Madeira es un régimen parlamentario puro y, en este sentido, con mi dimisión, estamos ahora en condiciones de hacer la presentación de un nuevo Gobierno, con un nuevo programa de Gobierno y un nuevo Presupuesto, que garantice la gobernabilidad de la región y, sobre todo, asegure que no haya un paréntesis muy largo que ponga en peligro el funcionamiento de la región", dijo.
La coalición PSD/CDS-PP ganó las elecciones del 24 de septiembre de 2023, pero se quedó a un diputado de la mayoría absoluta, circunstancia que motivó la firma de un acuerdo de incidencia parlamentaria con el único diputado del PAN.
"La legitimidad que otorgaron los madeirenses y Porto Santos hace cuatro meses permanece intacta", declaró Miguel Albuquerque.
El líder socialdemócrata madeirense hablaba tras la reunión del Consejo Regional del PSD, en Funchal, que analizó la crisis política que azota la región, a raíz de un proceso que investiga sospechas de corrupción en el archipiélago.
Miguel Albuquerque fue nombrado imputado y, a principios de semana, presentó oficialmente su dimisión del cargo de presidente del Gobierno Regional ante el representante de la República por Madeira, Ireneu Barreto, con quien volverá a reunirse el lunes 5 de febrero.
"Corresponde a los partidos políticos proponer una solución", dijo, para después reforzar: "Lo que propone mi partido es lo que se ha aprobado aquí por unanimidad, es una solución de gobernabilidad con nuestros socios en el marco parlamentario actual".
De esta forma, dijo, el representante de la República debería escuchar a los partidos la próxima semana, destacando, por otro lado, que ahora no hay condiciones para discutir la propuesta de Presupuestos Regionales para 2024, que debería tener lugar entre el 6 y el 9 de febrero, periodo en el que también se debatirían dos mociones de censura contra el Gobierno, presentadas por el PS, el mayor partido de la oposición en Madeira, y Chega.
Preguntado sobre la posibilidad de que el Presidente de la República decida disolver la Asamblea Legislativa Regional después del 24 de marzo y convocar elecciones anticipadas, Miguel Albuquerque se limitó a decir que Marcelo Rebelo de Sousa "puede tomar las decisiones que considere oportunas".
"Entiendo que hay, desde el punto de vista de algunos partidos, un afán de convocar elecciones", dijo, garantizando, sin embargo, que "el PSD no tiene miedo de ir a elecciones, lo que el PSD tiene que hacer es garantizar que la región no se convierta con un gobierno en gestión hasta julio, ya que esto será catastrófico", ya que no podemos "ejecutar nada."
El líder socialdemócrata también destacó que el Consejo Regional, en el que participaron cientos de militantes, aprobó por unanimidad "la garantía de que la legitimidad que fue concedida por los madeirenses y Porto Santos hace cuatro meses permanece intacta", destacando que la mayoría parlamentaria "está asegurada en base a la posición del CDS y a la posición del PAN" y tiene "todas las condiciones para garantizar la estabilidad política y la confianza en la región".
"Tenemos que presentar, en este momento, una solución de gobernabilidad para la región", afirmó.
Por otro lado, añadió, será el partido el que designe el nombre del nuevo titular del Ejecutivo.
Miguel Albuquerque dijo también que dejará la dirección del PSD/Madeira tras el próximo congreso, que aún no se ha fijado, y que no ocupará el cargo de diputado en el parlamento regional.
El dimisionario presidente de la ejecutiva madeirense también reiteró que está disponible para ser escuchado en el proceso que investiga las sospechas de corrupción en el archipiélago en "cualquier momento".
El 24 de enero, la Policía Judicial realizó cerca de 130 registros domiciliarios y no domiciliarios, principalmente en Madeira, pero también en las Azores y en diversas zonas del continente, en el marco de un proceso que investiga sospechas de corrupción activa y pasiva, participación económica en negocios, prevaricación, recepción u ofrecimiento de ventaja indebida, abuso de poder y tráfico de influencias.
Miguel Albuquerque pasó a ser imputado y fueron detenidos el entonces presidente de la Cámara de Funchal, Pedro Calado (PSD), que ya dimitió de su cargo, el líder del grupo constructor AFA, Avelino Farinha, y el principal accionista del grupo, Custódio Correia, vinculado a la constructora civil Socicorreia.
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