En un comunicado, la ASAE indica que la operación de inspección se llevó a cabo a través de la Unidad Regional Sur, por sus unidades operativas en Évora y Faro, con el objetivo de verificar la autenticidad y la calidad del aceite de oliva que se estaba vendiendo en estas regiones.

Las acciones de inspección se dirigieron a operadores económicos, con vínculos comerciales entre ellos, en los que se detectó la venta de aceite de cocina como aceite de oliva "en flagrante delito", según el comunicado.

"A través de las gestiones de investigación realizadas, también se pudo determinar la ubicación del almacén del operador económico donde, de forma encubierta, se llevaba a cabo toda la operativa logística de falsificación del etiquetado y organización del canal de distribución", ha destacado ASAE.

Durante la operación se abrieron dos procedimientos penales por presunta defraudación ilícita de mercancías y se incautaron 2.510 litros de aceite de cocina, cientos de etiquetas falsificadas, un vehículo de transporte de mercancías y diversa documentación indicativa de la comisión de los delitos.

En el comunicado, la ASAE añade que también recogió muestras del producto incautado, es decir, del aceite de cocina.

Estas muestras serán analizadas en el Laboratorio de Seguridad Alimentaria de ASAE para realizar análisis sensoriales, físico-químicos y verificación de los requisitos legales aplicables al etiquetado para detectar posibles prácticas fraudulentas.

ASAE advierte a los consumidores que estén "atentos" a las ofertas de este tipo de productos con precios por debajo de lo esperado, engañando a los consumidores, con el objetivo de vender otras sustancias oleicas como el aceite de oliva.