En las previsiones económicas de primavera, el Ejecutivo comunitario mantiene, respecto al informe de febrero, la previsión de una reducción del Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) del 5,3% en 2023 al 2,3% en 2024 y al 1,9% en 2025, como reflejo de una desaceleración sustancial de los precios de la energía y otras materias primas.
Bruselas recuerda que, en términos trimestrales, la tasa de inflación anual alcanzó el 2,4% en el último trimestre de 2023, pero subió al 2,5% en el primer trimestre de 2024, debido principalmente a efectos de base en los precios de los productos energéticos.
Sin embargo, la inflación de los servicios se moderó a un ritmo mucho más lento hasta el 5% (interanual) en el primer trimestre de 2024, impulsada por el "fuerte crecimiento de los salarios" y las presiones de la demanda derivadas de las actividades relacionadas con el turismo.
Según la Comisión, el aumento previsto de los salarios reales y del empleo "debería mantener cierta presión sobre los precios, dando lugar a un ajuste mucho más lento de la inflación de los servicios".
En el Programa de Estabilidad, el Gobierno portugués prevé una tasa de inflación, medida por el IPCA, del 2,5% este año y del 2,1% en 2025.