El ministro de la Presidencia, António Leitão Amaro, dijo que el Gobierno decidió medidas que "traen justicia y moderación" y que "revocan errores".
"Revocamos una serie de prohibiciones reglamentarias y cambiamos otras, que tuvieron como consecuencia precarizar o afectar licencias pasadas de personas que habían invertido en la última década, esperando tener retornos a largo plazo y que este retorno, esta confianza en la inversión, había sido traicionada por la acción del Estado", destacó.
Una de las medidas, según el ministro, es la revocación de una fijación del coeficiente de envejecimiento, "que en la práctica tenía como consecuencia el aumento del IMI de los inmuebles en alojamientos locales".
El ejecutivo cuenta con la ayuda de los municipios, que podrán dictar las normas y controlar su aplicación teniendo en cuenta la realidad de su territorio, para permitir "encontrar situaciones diferentes, pero más armoniosas".
Los ayuntamientos podrán tener un "papel regulador, pero también de mediador en los conflictos" entre propietarios dentro de las propiedades en régimen de propiedad horizontal y establecer las condiciones de expedición y registro de nuevas licencias.
Leitão Amaro subrayó que estas revocaciones, en particular "de la situación de las licencias", no significan una desregulación ilimitada del mercado en el que operan los alojamientos de proximidad.
El ministro consideró que el anterior Gobierno, socialista, "eligió la AL como blanco injusto para intentar excusar su incapacidad, que llevó al agravamiento de la crisis inmobiliaria", mientras que el actual Ejecutivo sustituyó esta "visión punitiva por una visión equilibrada", que reconoce que hay zonas de mayor presión urbanística y de mayor presión turística.