Según Zero - Asociación Sistema Tierra Sostenible, que utilizó datos de la Agencia Portuguesa de Medio Ambiente(APA) para clasificar las empresas más contaminantes de Portugal en términos de emisiones de dióxido de carbono (CO2), la refinería de Sines de Galp se mantuvo a la cabeza del top 10 en 2023, con cerca de 2,4 millones de toneladas de CO2 liberadas a la atmósfera, a pesar de una reducción del 11% de las emisiones en comparación con 2022.


"La intención de Galp de revisar (inicialmente a la baja) sus objetivos de descarbonización debido al descubrimiento de petróleo en Namibia y a la ralentización de la puesta en marcha de proyectos de energías renovables es especialmente preocupante", afirmó Zero en un comunicado.

En el conjunto de los 10 principales contaminadores, se produjo una reducción del 14% de las emisiones de CO2 en 2023, en comparación con 2022, lo que supone un total de unos 9,5 millones de toneladas de CO2 emitidas.

El dióxido de carbono es el principal gas de efecto invernadero, causante del calentamiento global.

En 2023, TAP fue la empresa que más aumentó sus emisiones de CO2 (15%), subiendo al tercer puesto de la clasificación (en 2022 ocupaba el sexto lugar), con 1,1 millones de toneladas emitidas.

En el caso de la aerolínea nacional, sólo se incluyen en la contabilidad las emisiones realizadas en vuelos entre aeropuertos de la Unión Europea y Suiza.

La central termoeléctrica de Lares de EDP registró el descenso más significativo de emisiones, del 50% respecto al año anterior, pero aún así se mantuvo en el noveno puesto, con 365,2 mil toneladas de CO2 emitidas.

En el "top 10" figuran también las cementeras Cimpor (Alhandra y Souselas), Secil (Outão) y CMP (Maceira-Liz), las productoras de energía Turbogás (central de Tapada do Outeiro) y Elecgás (central de Pego) y la productora de cal Lusical.