En una directriz publicada en su página web, la Dirección General de Salud (DGS) afirma que, dada la detección de la especie invasora Aedes albopictus en diferentes parroquias y municipios de Portugal continental, es importante reforzar los mecanismos de prevención y control destinados a reducir la abundancia o eliminar esta especie de mosquito.
Según la DGS, las últimas detecciones del mosquito invasor en Portugal corresponden al nivel de riesgo 1 (amarillo), en una escala de 0 a 3, definida en función de los diferentes escenarios de presencia de mosquitos Aedes y detección de casos de enfermedad, tal y como se define en el Plan Nacional de Prevención y Control de Enfermedades Transmitidas por Vectores.
"En base a los análisis entomológicos de la red REVIVE, hasta la fecha no se ha verificado la presencia de agentes patógenos en los mosquitos, ni se han notificado casos autóctonos de enfermedades para las que el vector sea competente", destaca.
Las actividades de prevención y control de vectores implican la participación de diferentes sectores, a saber, autoridades locales, turismo, hostelería, medio ambiente, servicios veterinarios, agricultura, industria y comercio, entre otros, complementando los esfuerzos del sector sanitario en la prevención y el control de enfermedades transmitidas por los mosquitos Aedes albopictus y Aedes aegypti, como el dengue, la chikungunya, el zika, la fiebre amarilla, todas ellas de notificación obligatoria, y la infección por el parásito del gusano del corazón.
El control vectorial de Aedes albopictus implica intervenciones en el ciclo vital del mosquito, que incluye la fase acuática (huevos, larvas y pupas) y la fase terrestre (fase adulta del mosquito).
La intervención física ambiental es el principal método de control vectorial, que requiere intervenciones multisectoriales en la identificación y eliminación de criaderos (lugares y recipientes que pueden servir de hábitat a los huevos y larvas del mosquito) y también puede ser necesaria la aplicación de larvicidas y adulticidas, según el nivel de riesgo evaluado por los servicios de salud pública.
En las zonas en las que se haya confirmado la presencia de mosquitos del género Aedes (Nivel 1), debe garantizarse la localización y cartografía, preferiblemente con georreferenciación, de los lugares en los que la existencia de criaderos pueda suponer un riesgo para la multiplicación de los mosquitos.
Las autoridades locales son responsables de cartografiar las estructuras públicas y privadas que puedan ser lugares idóneos para la existencia de criaderos, repartidas por toda su área de intervención.
Las personas implicadas en las acciones de prevención y control de vectores deben llevar ropa que cubra todo el cuerpo y utilizar repelentes.
Siempre que se produzca un cambio en el Nivel de Riesgo, la red de servicios de Salud Pública es la responsable de comunicar este cambio y promover las medidas oportunas con las entidades colaboradoras, basándose en esta Guía y en otros documentos que pueda emitir la DGS.
"Las enfermedades transmitidas por mosquitos son un problema emergente de salud pública mundial que podría constituir una emergencia en Portugal y a través de las fronteras", dice la DGS, destacando que "el aumento de la movilidad internacional de personas, mercancías y animales, combinado con el cambio climático, son factores que contribuyen a la expansión de los mosquitos invasores y la consiguiente aparición de casos de enfermedad."
La presencia de mosquitos Aedes invasores en Portugal comenzó con la detección de Aedes aegypti en Madeira en 2005. La especie Aedes albopictus se introdujo en el continente en 2017 en el Norte (Penafiel), en 2018 en el Algarve (Loulé) y en 2022 en el Alentejo (Mértola).