"Se trata de un fenómeno natural cada vez más frecuente debido al cambio climático, a los vientos y corrientes marinas del este (sureste) y al calentamiento del agua del mar, pero que no supone ningún peligro para los bañistas", especificó una fuente regional de la APA.

La acumulación de grandes cantidades de algas ha sido más visible en los últimos días en algunas playas rocosas de los municipios del Algarve occidental: como Albufeira, concretamente Praia de Olhos d'Água, Lagoa, Portimão y Lagos.

"Se trata de algas autóctonas y algunas invasoras, que acaban por no tener ningún impacto en la salud ni en la calidad de las aguas de baño. Sólo son incómodas para las personas" que quieren permanecer en la playa, señaló la misma fuente.

El fenómeno está vigilado por la APA, entidad que analiza diariamente la calidad de las aguas de baño, y hasta la fecha no se ha detectado contaminación alguna causada por algas.

Al ser contactado por Lusa, el alcalde de Albufeira, José Carlos Rolo, afirmó que las playas del municipio han registrado con frecuencia la presencia de estos organismos marinos, sobre todo en periodos de viento y fuerte marejada, y que la autoridad local los ha retirado.

"En las playas con grandes acumulaciones de algas, la autoridad local las retira para evitar los olores derivados de la desecación de estos organismos marinos", señaló.

Según José Carlos Rolo, ésta puede ser una "tarea ingrata", ya que la recogida y limpieza de la arena se hace en un día "y a veces, al día siguiente, se encuentra una nueva acumulación en la zona de oleaje o incluso en la arena".

"Es un fenómeno natural del que se encarga el propio mar, a través del movimiento de las mareas, y en las zonas de difícil acceso, su descomposición en la arena acaba siendo un proceso natural, sin impacto en la salud pública", destacó.

Según la APA, las algas pardas y rojas, típicas de los fondos marinos rocosos, son más comunes en el Algarve occidental, mientras que las algas verdes son más abundantes en el Algarve oriental.