El documento, elaborado por el Observatório da Emigração, del centro de investigación del ISCTE - Instituto Universitário de Lisboa, indica que las remesas financieras de la emigración portuguesa habían experimentado una tendencia de crecimiento, pero que esta tendencia se ha invertido desde 2019.
El importe total recibido fue de 3.612 millones de euros, lo que representa el 1,8% del Producto Interior Bruto (PIB) nacional.
Francia, que lideraba el mayor valor de las remesas enviadas a Portugal, pasó al segundo lugar, con Suiza en primer lugar, tras un aumento del 4,9% en el volumen de estas remesas, que pasaron de 988,70 millones de euros en 2019 a 1.037 millones en 2020.
Aun así, Francia sigue siendo uno de los países con más transferencias a Portugal: 1.036,6 millones de euros en 2020, así como el Reino Unido (379,4 millones de euros), Angola (245,5 millones de euros) y Estados Unidos (244 millones de euros).
Alemania (225,9 millones de euros), España (111,8 millones de euros), Luxemburgo (78,4 millones de euros), Bélgica (58,9 millones de euros) y los Países Bajos (44, 5 millones de euros) también están incluidos en esta lista de las mayores cantidades enviadas por los trabajadores portugueses.
En términos globales, se produjo un descenso en casi todos los países, a excepción de Suiza, Reino Unido, Estados Unidos, Venezuela, Bélgica y Países Bajos.
El año pasado, el 90,9% de las remesas se originaron en países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el 44,1% en la Unión Europea y el 7% en los Países Africanos de Lengua Portuguesa (PALOP).