Un informe de la organización benéfica de conservación WWF afirma que los inusuales hallazgos en la región del sudeste asiático demuestran que es un "punto caliente" para la diversidad de la vida silvestre, pero también destaca las amenazas a las que se enfrentan y la necesidad de proteger las especies y los hábitats para que no se pierdan.
En total, 155 plantas, 16 especies de peces, 17 anfibios, 35 reptiles y un mamífero fueron descritos formalmente como nuevas especies en 2020 en el Gran Mekong, que abarca Camboya, Laos, Birmania, Tailandia y Vietnam.
Entre ellas se encuentra un mono langur (Trachypithecus popa) que lleva el nombre del monte Popa de Birmania, del que se encontraron las primeras evidencias en especímenes recogidos hace más de un siglo y que ahora se encuentran en el Museo de Historia Natural de Londres.
El análisis genético de los langures del museo reveló que coincidían con huesos recogidos más recientemente en el centro de Birmania, lo que indicaba que la especie seguía viva en la actualidad, y en 2018 las cámaras trampa captaron imágenes de los primates.
Se espera que se incluya en la lista de especies en peligro crítico de extinción, ya que se cree que solo unos 200-250 langures viven en estado salvaje en cuatro lugares aislados y están amenazados por la caza, la pérdida de hábitat, la agricultura y la extracción de madera.