El secretario general de la Asociación Nacional de Empresas de Comercio y Reparación de Automóviles (ANECRA), Roberto Gaspar, declaró al periódico que "los gestores de flotas están ampliando constantemente los plazos con sus clientes porque no tienen coches nuevos para la sustitución, por lo que proponen renovar un año más. Y, en algunos casos, están utilizando una nueva figura: un nuevo contrato de leasing [alquiler de vehículos a largo plazo] sobre coches con una antigüedad de hasta tres años, incluso haciendo dos o tres contratos con el mismo coche".
El directivo añade que estos contratos son inusuales y que el mercado de coches usados, muy alimentado por los gestores, está sufriendo durante esta escasez. Roberto Gaspar también dice que el poder está ahora del lado de los fabricantes. "Es la ley del mercado en funcionamiento: cuando había mucha oferta, estos operadores tenían más poder de negociación, porque compraban en cantidad y así conseguían buenos descuentos. Ahora, cuando hay más demanda, son los fabricantes los que dictan las reglas y los gestores de flotas los que, si quieren hacer un nuevo contrato, pagan precios más altos".
La actual escasez de coches nuevos en el mercado comenzó en la fase inicial de la pandemia, cuando las restricciones impuestas provocaron la falta de algunos componentes necesarios para la fabricación de vehículos, principalmente semiconductores. Estos componentes se fabrican en su mayoría en países y territorios asiáticos, como la isla de Taiwán, Corea del Sur y Japón, que han impuesto algunas de las medidas antivirales más restrictivas del mundo.