No sólo un familiar cercano, como la abuela o el abuelo, empieza a olvidar cosas, sino que la demencia -cuya forma más común es el Alzheimer- puede suponer para los afectados problemas de planificación, toma de decisiones y lenguaje, así como cambios en su estado de ánimo y comportamiento.

Y sólo van a ir a peor. Pero, ¿cómo explicar todo esto a un niño?

"Descubrir que alguien cercano tiene demencia es difícil para todos, y todos necesitamos tiempo para adaptarnos y asimilar nuestros sentimientos", dice el Dr. Tim Beanland, jefe de gestión del conocimiento de la Alzheimer's Society. "Los niños y los jóvenes no son diferentes, pero puede ser más difícil para ellos, ya que puede que no entiendan bien qué es la demencia, o que les resulte más difícil hacer frente a sus sentimientos".

"Uno de los enfoques más importantes es escuchar las preocupaciones del joven o del niño. Es muy importante intentar hacerse una idea de cuánto pueden soportar y adaptar la conversación en consecuencia".

He aquí las sugerencias de Beanland sobre cómo explicar la demencia a un niño...


1. Explicar qué es la demencia

Asegúrese de conocer los hechos sobre la demencia y transmita al menos parte de lo que sabe a su hijo, de forma adecuada a su edad. "Explíqueselo lo más clara y tranquilamente posible, a un nivel que el niño pueda entender", aconseja Beanland. "Intenta hacerte una idea de la cantidad de detalles a los que pueden hacer frente".


2. Sea claro y sincero

Intenta ser lo más sincero posible, ofreciendo explicaciones claras y mucha tranquilidad, dice Beanland. "Es importante asegurarse de que saben que pueden hacer preguntas siempre que lo necesiten".


3. Reconocer el comportamiento de la persona afectada

Hable sobre el comportamiento de la persona con demencia, por ejemplo, si olvida dónde está o no reconoce a sus familiares, dice Beanland. Asegúrese de que su hijo sabe que usted comprende que el comportamiento puede parecerle extraño.


4. Escucha atentamente lo que tienen que decir los niños

Intente imaginar la situación desde el punto de vista de su hijo, sugiere Beanland. "Piense en su relación con la persona con demencia: esto le ayudará a averiguar si se preocupa por algo en concreto", dice.


5. Tenga paciencia

Puede que tengas que repetir tus explicaciones en diferentes ocasiones, dependiendo de la edad y el nivel de comprensión del niño.


6. Informe al colegio

Si su hijo va al colegio, suele ser buena idea informar al personal de que su familiar tiene demencia, dice Beanland. De este modo, si el comportamiento del niño se ve afectado por lo que le ocurre a su familiar, los profesores podrán darse cuenta de qué es lo que desencadena ese comportamiento.


7. Recuerde a los niños que sigue estando a su lado

Es importante asegurar a los niños que los demás siguen estando ahí para ellos, dice Beanland. "Necesitan saber que, a pesar de todas las presiones, siguen siendo queridos, por muy preocupados o frustrados que estén a veces los demás". Dice que esto puede ayudar a proporcionar oportunidades para que hablen de cualquier preocupación que puedan tener. "Tranquilice y abrace al niño, y no tenga miedo de utilizar el humor, si le parece apropiado", dice Beanland. "Puede ayudar si podéis reíros juntos".


8. Si es posible, haga que la persona con demencia hable con el niño sobre su diagnóstico.

Si la persona con demencia ha recibido un diagnóstico precoz o tiene una forma de demencia que no afecta inicialmente a su comprensión y comunicación, es posible que ella misma pueda hablar de su diagnóstico a un niño. "Esto puede ser potencialmente una buena manera de reducir el miedo y mantener una relación positiva", dice Beanland.


9. Hazles saber que estás ahí

Anime al niño a preguntar cualquier duda que tenga y hágale saber que siempre puede hablar con usted sin ser juzgado. "También podrías reservar un tiempo regular para hablar o hacer actividades juntos en el que puedan hablar contigo a solas", sugiere Beanland.


10. Hable sobre cómo vivir bien con demencia

Una vez que le hayas explicado lo mejor que puedas qué es la demencia y qué le ocurre a tu ser querido, intenta ser positivo sobre las capacidades que le quedan. "Céntrese en las cosas que la persona con demencia aún puede hacer, así como en las que cada vez le resultan más difíciles", sugiere Beanland.