Según QSUR 2024, publicado el martes, Oporto ha subido 21 puestos desde la última edición de la clasificación internacional de enseñanza superior, que evalúa 2963 instituciones diferentes en función de nueve factores.
El MIT se ha adjudicado este año el primer puesto por duodécimo año consecutivo, seguido de las dos universidades británicas de Cambridge y Oxford. El top 10 lo completan Harvard y Stanford, el Imperial College de Londres, la ETH de Zúrich, la Universidad Nacional de Singapur, la UCL (Reino Unido) y Berkeley, en California.
En Portugal, tras Oporto se sitúan las universidades de Aveiro (344ª), Coimbra (351ª), Nova de Lisboa (400ª), Minho (611-620ª), ISCTE (751-760ª) y la Universidad Católica Portuguesa (901-950ª).
La institución de lengua portuguesa mejor clasificada es la Universidad de São Paulo, en Brasil, que es también la mejor clasificada de América Latina.
Los nueve factores utilizados para elaborar esta clasificación son: reputación académica (30%), citas del personal (20%), reputación entre los empleadores (15%), empleabilidad (5%), proporción personal/estudiantes (10%), población estudiantil internacional (5%), personal internacional (5%), colaboración en investigaciones internacionales (5%) y sostenibilidad (5%).
En rueda de prensa, el vicepresidente de QS, Ben Sowter, destacó que este año se ha realizado "el mayor cambio metódico" en la lista desde su creación en 2004.
Entre los nuevos criterios, destacó la métrica de sostenibilidad, que evalúa la contribución de cada universidad a la reducción de su impacto medioambiental, así como la "red internacional de investigación", que promueve la colaboración con instituciones de otros países, y la reputación entre los empleadores.
A cambio, se redujo el peso de la ratio personal/estudiantes y de los indicadores de reputación académica.
Con esta nueva metodología, el 75% de las universidades africanas subieron en la clasificación, la "región árabe es cada vez más competitiva" y Australia ha logrado meter por primera vez tres universidades entre las 20 primeras.
Ben Sowter también señaló que, debido a la creciente relevancia de la clasificación, en los últimos años "algunas universidades se han adaptado" para cumplir mejor los criterios considerados por QSUR.
"Las universidades han empezado a tener más en cuenta su reputación, han mejorado la comunicación y se han concentrado en ser más estrictas en cuanto a la investigación que llevan a cabo y su impacto potencial", añadió el vicepresidente de QS.
Al ser preguntado por la posibilidad de que algunas instituciones intenten mejorar su posición pagando a investigadores de prestigio para que se matriculen en su universidad pero valgan en otra, Sowter aseguró que "el lugar para ese tipo de táctica, si existiera, tendría el mayor efecto en los factores de citación".
El vicepresidente explicó que la clasificación QS utiliza la base de datos de citas científicas Scopus, elaborada por la editorial académica Elsevier, que "trabaja duro para garantizar la precisión continua de sus datos".