Muchos contribuyentes ya han cumplido con esta obligación declarativa, algunos desde el 1 de abril, cuando empezó la campaña, pero todavía hay personas que no han presentado su declaración de la renta. Si no se entrega la declaración en plazo, y no está cubierta por el SII automático, se corre el riesgo de ser multado.

No entregar la declaración de la renta dentro del plazo legal puede conllevar el pago de una multa, que puede ascender hasta 3.750,00 euros.

Sin embargo, la cuantía puede reducirse si el contribuyente regulariza voluntariamente la situación, y teniendo en cuenta factores como el periodo de retraso y el grado de culpa. Si entrega dentro del plazo de un mes, por iniciativa propia, puede tener que pagar al menos una multa de 25 euros. Si entregas pasados esos 30 días adicionales, la multa mínima es de 37,50 euros, que puede llegar a 112,50 euros si Hacienda ya ha iniciado un procedimiento de inspección.