"La ALA ve con gran preocupación la posible salida de Ryanair del espacio aéreo de las Azores, ya que, a diario, aumentan las noticias sobre un posible resultado negativo de las negociaciones en curso", dice la ALA, en un comunicado de prensa.
Según la ALA, "tal resultado sería extremadamente negativo para la región, no sólo directamente para el turismo en temporada baja, sino también en términos de promoción del destino Azores, teniendo en cuenta la capacidad de esta compañía aérea para llegar a los grandes mercados emisores".
ALA, citando una encuesta realizada entre sus miembros, afirma que "cerca del 38% afirmó estar sintiendo ya el impacto de la incertidumbre en torno a la permanencia de Ryanair en las Azores, dado que las reservas de vuelos están bloqueadas a partir de noviembre".
"Estratificando estos datos, en São Miguel, prácticamente el 42% de los encuestados dice estar sintiendo ya el impacto de esta situación. De media, se estima que, si Ryanair dejase efectivamente de volar a las Azores en temporada baja, ALA sufriría pérdidas en torno al 31%", mantiene la organización.
El pasado 27 de julio, la secretaria regional de Turismo, Movilidad e Infraestructuras, Berta Cabral, afirmó que las negociaciones del Gobierno regional con la aerolínea Ryanair para el mantenimiento de la base de la compañía en el archipiélago "van por buen camino".
"Ahora mismo, por nuestra parte, los temas están muy avanzados. Pero, de hecho, todavía hay situaciones que resolver con ANA[Aeroportos de Portugal] Vinci. Y éstas son las que están pendientes y un acuerdo sólo se cierra cuando se cierra con las tres partes", declaró Berta Cabral a los periodistas, en Ponta Delgada, al término de una reunión con el ejecutivo de ANA.
En aquel momento, el Jornal de Negócios informó de que Ryanair y el Gobierno de las Azores aún no habían llegado a un entendimiento para mantener la base de la aerolínea en el archipiélago.
Al Jornal de Negócios, el director general de la aerolínea, Eddie Wilson, confirmó la continuación de las negociaciones, pero afirmó que aún no se había producido "ningún avance que animara" a la compañía a quedarse y que la decisión de abandonar Ponta Delgada sería "inminente".