Esta información figura en un memorando firmado por el Jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea(CEMFA), el general Cartaxo Alves, al que tuvo acceso Lusa, dirigido a la ministra de Defensa Nacional, Helena Carreiras, con fecha del 3 de octubre, en el que se hace un repaso de la situación del "déficit de personal militar".
Según un gráfico presentado por el ramo, en 2013 había 5.900 militares y en 2022 el Ejército del Aire contaba con un total de 4.767, lo que supone una diferencia de 1.133.
Para 2023, el Ejército del Aire prevé que el número de efectivos existentes descienda hasta los 4.569, lo que supone una pérdida de 198.
El número de militares de tropa y marinería, según los datos presentados por el cuerpo desde 2013, está siempre por debajo del personal autorizado en los decretos ley y la diferencia es "cada vez más significativa".
"De mantenerse la tendencia de bajas observada en los últimos diez años, el desfase entre las existencias y las necesidades reales se agravará aún más, del orden de 2.500 militares, en 2025, lo que representa un déficit del 36%", reza el texto.
Esta tendencia, según el documento, se agrava desde 2018.
A través de encuestas, los motivos de su marcha fueron indicados por el personal, "por orden de valoración", con la "inadecuación de las retribuciones" a la cabeza.
Le siguen la "degradación de las condiciones de trabajo" y la "conciliación entre la vida personal/profesional y la carrera militar".