La Base Aérea de distrito nº 11 (BA11) de Beja alberga el telescopio óptico más avanzado de Portugal, que ha comenzado a rastrear objetos espaciales. Los datos adquiridos por este telescopio, fruto de una inversión de 25 millones de euros con cargo al Plan de Recuperación y Resiliencia (PRR), benefician tanto a la defensa como a las operaciones por satélite del país.

El General Cartaxo Alves, Jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea Portuguesa(FAP), ha destacado que la instalación de este telescopio representa "uno de los primeros grandes pasos" hacia la implementación de la nueva estrategia de la FAP centrada en el espacio. "Estamos mucho mejor equipados para responder a los futuros desafíos a los que se enfrenta nuestro país", ha subrayado

El jefe del Centro de Operaciones Espaciales de la FAP, el coronel Pedro Costa, también se refirió al asunto, afirmando que el telescopio "rastreará y monitorizará objetos en el espacio, ya sean satélites operativos o basura espacial". Según continuó explicando, "estamos filmando, haciendo películas cortas, durante la noche, que es el periodo en el que opera el sensor, de los objetos que reflejan la luz y, con esta información, basada en un catálogo, nos permite identificar el objeto en cuestión".

El telescopio óptico, que está situado cerca de la pista de aterrizaje, dentro de los límites de la base aérea de Beja, comenzó recientemente a funcionar a pleno rendimiento tras una fase de pruebas de dos meses de duración. El director del Centro de Operaciones Espaciales de la FAP destacó este telescopio óptico como uno de los más sofisticados del mundo, afirmando que fue fabricado para tomar imágenes a una distancia de "entre 300 y 8.000 kilómetros".