Rui Pena Pires, uno de los autores del Atlas de la Emigración Portuguesa, que se presentará el próximo martes, dijo en una entrevista a la agencia Lusa que Portugal siempre ha tenido ciudadanos que emigran y emigrantes que vuelven a Portugal.

"Si 60.000 se van y 20.000 vuelven [al año] es porque un tercio regresa, que es un número muy significativo", dijo.

Curiosamente, destacó, "y al menos en la emigración de los últimos años, los que vuelven son mayoritariamente jóvenes", con menos de 40 años.

Para Rui Pena Pires, "debería haber una reorientación de las políticas estatales en materia de retorno".

"Creo que no es tan útil tener incentivos para el retorno. No es por los incentivos por lo que la gente vuelve y no es por la falta de ellos por lo que dejan de volver", indicó.

Dificultades

Y advirtió de las dificultades a las que se enfrentan los emigrantes en Portugal cuando regresan tras estancias prolongadas.

"Vuelven a una nueva emigración. Las dificultades de integración que tenían en el país del que vuelven son las mismas. Ya no saben nada, ya no saben cómo funcionan las cosas, los impuestos que tienen que pagar; se enfrentan a muchas dificultades", continuó.

Para el sociólogo y especialista en emigración, "en una política de apoyo al retorno, lo que sería esencial es una política de apoyo a los emigrantes retornados, un apoyo burocrático y administrativo".

"La mayoría de los emigrantes que regresan ni siquiera conocen los derechos que tienen, los estatutos especiales que existen para los emigrantes. Hay oficinas de apoyo a los emigrantes que podrían hacer esta tarea, podrían ser oficinas de asesoramiento a los emigrantes y de resolución de dificultades", defendió.

Y concluyó: "Hace falta mucho más apoyo que incentivos al retorno".

Según el Atlas Portugués de la Emigración, entre 2001 y 2020, más de 75.000 personas abandonaron Portugal anualmente, por término medio. Durante este periodo, más de 1,5 millones de portugueses optaron por vivir fuera de Portugal, es decir, cerca del 15% de la población.

En 2021, Portugal recibió más de 3.600 millones de euros en remesas de emigrantes, un valor superior a las transferencias europeas a Portugal y cuatro veces más que las remesas enviadas al extranjero por los inmigrantes.