"La Iglesia en las nubes...", escribió la organización, en la descripción de la fotografía publicada en su página de Facebook.
La ganadora nacional de las "7 Maravillas de Portugal" 2017, en la categoría de Aldea Rural, es conocida como "el pequeño Tíbet portugués", debido a sus "fabulosas terrazas".
"Moldeadas a lo largo de cientos de años por la intervención humana, son el resplandor de la villa y verdaderos símbolos de la convivencia secular entre el Hombre y la Naturaleza, creando un paisaje característico y único", según el municipio.