Se ha sabido que el Comité Intergubernamental de la UNESCO estudiará la propuesta de incluir el arte ecuestre portugués en el Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. El arte ecuestre portugués "se distingue por la forma de vestir de los jinetes, los arreos, que son diferentes de los de otras escuelas, y la manera de manejar el caballo".

La Asociación Portuguesa de Criadores de Caballos de Pura Raza Lusitana, en colaboración con el municipio de Golegã y Parques de Sintra, presentó la candidatura a Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Según el texto de la solicitud de clasificación de la UNESCO, los practicantes están dispersos por 20 países de los cinco continentes, y el grupo más numeroso se encuentra en la Escuela Portuguesa de Arte Ecuestre (EPAE), en una comunidad de practicantes que incluye tanto a aficionados como a profesionales.

Según el Inventario Nacional del Patrimonio Cultural Inmaterial, en vigor desde 2021, "la equitación portuguesa es una práctica que se traduce en la excelencia en la enseñanza del caballo, expresada en la ejecución de movimientos y aires de alta escuela, que deriva de la enseñanza practicada en las academias europeas de arte ecuestre. Tiene particularidades que la distinguen, fundamentalmente las que proceden de la equitación de trabajo del toreo y la lidia, en el campo o en la arena, o en los juegos ecuestres".

Además, en la misma nota se explica que esta práctica "se plasma en el trabajo realizado desde el siglo XVIII en la Real Picaria, habiendo alcanzado una difusión continuada que aglutina a numerosos individuos y grupos de practicantes".