El panorama socioeconómico de Portugal se revela a través de los datos facilitados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico(OCDE), que ofrecen una visión clara de las distintas clases económicas del país.


Según la OCDE, citada por Executive Digest, pertenecen a la clase media quienes ganan entre el 75% y el 200% de la renta media de un país. En Portugal, donde la renta mediana mensual es de 918 euros, es decir, 11.014 euros anuales (datos de 2022), pertenecer a la clase media significa ganar entre 688 y 1.836 euros netos al mes.

La distribución revela que el 60,1% de la población portuguesa se clasifica en la clase media, mientras que el 16,8% tiene ingresos bajos (entre el 50% y el 75% de la mediana). El porcentaje de pobres alcanza el 12,4%, quedando el 10,6% en la categoría de ingresos altos.

Estas cifras indican que para formar parte de la clase media en Portugal basta con ganar 688 euros netos al mes. Los que ganan más de 1.836 euros al mes se consideran parte de la clase alta, a pesar de que esta cantidad está por debajo del salario mínimo en algunos países europeos.

En cambio, quien gana menos de 688 euros al mes se clasifica en la clase baja en Portugal. Estas categorías reflejan la realidad económica del país, pero también plantean interrogantes sobre el poder adquisitivo y las disparidades en relación con otros Estados miembros de la Unión Europea.

El análisis comparativo revela que la clase media portuguesa tiene menos poder adquisitivo en comparación con sus homólogos de la Unión Europea. Una renta anual de 15.500 euros sitúa a alguien en la clase media-alta en Portugal, mientras que en países como España o Italia equivale a la clase media-baja.

Portugal destaca por tener un porcentaje relativamente bajo de familias que se identifican como pertenecientes a la clase media, ya que sólo el 32% afirma pertenecer a ella. En comparación, en los Países Bajos, el 82% de la población se considera parte del estrato medio.