Según los datos del año pasado, había 581.891 asuntos pendientes en los tribunales judiciales de primera instancia (sin contar los tribunales de sentencia), es decir, 1.759 asuntos más que en 2022.
El año pasado se archivaron 431.512 procesos (un 3,4% más que en 2022) y se declararon conclusos 429.753 (un 6,5% menos que el año anterior).
A pesar del ligero aumento del número de asuntos, las estadísticas de Justicia muestran que los casos pendientes están muy por debajo del máximo registrado en 2012, cuando la pendencia alcanzó más de 1,6 millones de asuntos.
Los procesos pendientes incluyen, según la DGPJ, todos aquellos que ingresaron en el sistema y aún no cuentan con una resolución firme, ya sea en forma de sentencia, auto o providencia en la instancia respectiva, con independencia de que la decisión adquiera firmeza.
La mayoría de los casos que ingresaron (63%) y se consideraron terminados (65%) en 2023 fueron en el área civil, habiendo también un leve aumento de la justicia en el área de familia y tutela de menores.
Hubo menos casos nuevos en el área penal y en el área laboral, pero en todas las áreas procesales se observó un descenso en el número de casos finalizados.