En la cuenca del río Barlavento, en el Algarve, la cantidad de agua retenida cayó del 22,6%, en abril, al 22,3%, en mayo, según el Sistema Nacional de Información de Recursos Hídricos (SNIRH). Esta cuenca sigue siendo la de menor reserva de agua.

A finales de mayo, las cuencas de Mira también tenían menos disponibilidad de agua, con un 41,4% (42,2% en abril) y Arade un 42,7% (44,4% en abril).

La cantidad de agua también disminuyó en las cuencas del Guadiana, del 93,1% al 90,5%, y del Sado, del 74,9% al 72,3%.

El último día de mayo, las cuencas del Mondego (94,2%), Guadiana (90,5%), Ave (94%), Cávado (89,7%), Oeste (89,4%), Tajo (87,5%), Duero (86,6%), Lima (76,1%) y Sado (72,3) eran las que presentaban un mayor volumen de agua.

Según los datos del SNIRH, la cantidad de agua almacenada aumentó en mayo en tres cuencas hidrográficas y disminuyó en nueve, en comparación con el último día del mes anterior.

El almacenamiento de mayo de 2024 por cuenca hidrográfica fue superior a las medias de almacenamiento de mayo (1990/91 a 2022/23), excepto en las cuencas del Mira, Ribeiras do Algarve y Arade.

De los 60 embalses controlados, 36 tenían una disponibilidad de agua superior al 80% del volumen total y otros cuatro inferior al 40%.

Cada cuenca hidrográfica puede corresponder a más de un embalse.

El Algarve está en alerta por sequía desde el 5 de febrero, y el Gobierno ha aprobado un conjunto de medidas para restringir el consumo, a saber, una reducción del 15% en el sector urbano, incluido el turismo, y del 25% en la agricultura.

La semana pasada, el Gobierno anunció la flexibilización de las restricciones impuestas al consumo de agua en la agricultura y el sector urbano del Algarve, incluido el turismo, para combatir la sequía en la región del Algarve.