En otoño pedí un paquete de plantas de huerto a raíz desnuda y las planté directamente en la tierra, ignorando por completo las instrucciones de ponerlas en un recipiente más pequeño y "plantarlas en maceta" después de que pasaran las heladas. Estaba impaciente y las planté directamente en la tierra en cuanto llegaron en octubre.

A principios de verano, como era de esperar, no florecieron, ¡ni una! Estaba desolada. Todo ese trabajo y esfuerzo, cavar en el frío para nada. Después de sentarme y tomarme una taza de té, me puse a pensar: si lo hubiera planeado mejor y me hubiera tomado mi tiempo para plantarlas primero en una maceta más pequeña, en lugar de precipitarme, el resultado habría sido distinto. Las raíces habrían estado protegidas de las heladas y ahora estaría mirando por la ventana de mi cocina un precioso jardín casero, lleno de espuelas de caballero, altramuces, malvarrosas y otras plantas aptas para las abejas.

Las prisas por terminar una tarea y tacharla de mi lista de tareas pendientes acaban siendo menos productivas que si me hubiera tomado mi tiempo y la hubiera hecho con atención. El viejo adagio "más prisa, menos velocidad" puede aplicarse a mi caso. Había duplicado la cantidad de trabajo, por no mencionar el gasto, ya que tuve que comprar las mismas plantas en el centro de jardinería, ya crecidas.

Muchos de nosotros, entre los que me incluyo, pensamos que nuestros días deben ser productivos y que hay que trabajar para no malgastar el tiempo. Lo que se pierde es la alegría del proceso, la maravilla de la experiencia. Si hubiera plantado el arriate conscientemente, siguiendo las instrucciones, prestando atención a la vista de las plantas, al olor de la tierra, a la sensación del mantillo y a toda la experiencia, habría tenido la increíble experiencia de estar "en el momento" y la relajación y tranquilidad que eso conlleva, además del regalo de ver crecer las plantas poco a poco durante los meses siguientes.

Terminar una tarea produce una gran sensación de satisfacción, pero aún mayor si nos damos la oportunidad de llevarla a cabo de forma consciente y presente.


Cristales que ayudan a la atención plena y la paciencia

Amatista: te ayuda a conectar contigo mismo y a tranquilizarte y equilibrarte.

Fluorita: ayuda a calmar la mente y a concentrarse.

Afirmación - Estoy en paz en este momento presente.


Author

Sally saw Angels as a child and could occasionally see and feel people who had passed over. This ability grew as she got older and she now gives readings, as well as channelling Ascended Masters. She often works with Mary Magdalene and channels information from Lord Kuthumi. She is available for readings and spiritual development sessions both online and in person (heaven2heart). 

Sally Heart