Los santos Víctor y Corona (también conocidos como los santos Víctor y Estefanía) son dos mártires cristianos. Víctor era un soldado romano que fue torturado y asesinado; Corona fue asesinada por consolarlo.

Según la leyenda, Víctor era un soldado romano de ascendencia italiana que fue torturado, incluso le sacaron los ojos, y decapitado. La mayoría de las fuentes afirman que él y Corona fueron asesinados en la Siria romana durante el reinado de Marco Aurelio (entre los años 160 y 170 d.C.).

Mientras sufría las torturas, la esposa de dieciséis años de otro soldado, llamada Corona o Estefanía (o Stefania o Stephana, del griego στέφᾰνος, stéphanos, "corona", versión griega de su nombre latino, que también significa "corona") le consolaba y animaba. Por ello, fue detenida e interrogada. Según la passio de Corona, ésta fue atada a dos palmeras dobladas y desgarrada al soltarse los troncos.