Santa María Magdalena fue una de las discípulas de Jesús que hizo donativos para las necesidades de Jesús y los apóstoles. Fue testigo de la crucifixión y muerte de Jesús, pero quizá su papel más importante fue el de ser la primera persona que vio al Señor resucitado, la primera persona enviada por Cristo tras su resurrección y la primera persona que proclamó que Jesús estaba realmente vivo. Esto le valió el título de "la Apóstol de los Apóstoles".