"La cuestión fundamental es la aplicación de una política migratoria integrada, que naturalmente implica no sólo la llegada, regularización, verificación y documentación" de los inmigrantes, sino también "la cuestión de su integración", afirmó Pedro Portugal Gaspar en una entrevista a Lusa.
¿Está este papel "en la misma entidad"? - preguntó, respondiendo inmediatamente: "Lo está".
Además de estas funciones, AIMA "mantiene la parte de protección internacional [los procesos de asilo]", y luego la "entidad policial se encarga de la expulsión" cuando la petición "es infundada".
AIMA se creó el 29 de octubre, tras el cierre del Servicio de Extranjería y Fronteras(SEF) y del Alto Comisionado para las Migraciones(ACM), concentrando en una sola entidad la inspección e integración de los inmigrantes, así como la verificación administrativa de sus procesos.
La semana pasada, el Gobierno anunció la creación de la Unidad Nacional de Extranjería y Fronteras dentro del SEF y un nuevo régimen de devolución y expulsión de ciudadanos en situación irregular en el país, retirando estas competencias a AIMA.
Pedro Portugal Gaspar consideró "natural" la opción por una unidad dentro de la PSP, destacando la "cooperación efectiva entre organismos públicos", como ocurrió en la reciente detención de un fugitivo internacional en una tienda de AIMA, en Vila Real.
La estructura se encarga de "un conjunto de prerrogativas de infracción administrativa" y otros casos "se remiten a las autoridades policiales", afirmó Portugal Gaspar, negando que la organización esté vacía.
AIMA "será un poco más que la ACM", porque "tiene algunas prerrogativas de justicia administrativa que ejercerá", además de mantener la administración de los procesos de residencia y regularización de inmigrantes, y también podrá recibir renovaciones de documentos, actualmente en el Instituto de los Registros y del Notariado (IRN).
"La principal prioridad interna es ir construyendo poco a poco una identidad AIMA, naturalmente con la simbiosis de los trabajadores existentes y con refuerzos" de personal, dijo.
Fue un "proceso complejo" y Pedro Portugal Gaspar agradeció "a los más de 700 trabajadores de AIMA, porque pasaron por momentos de tensión, momentos complicados que resultaron, de hecho, de la fusión de dos órganos con dos escuelas diferentes", una vinculada a la inspección y a la policía (SEF) y otra a la integración de los inmigrantes (ACM).
En cuanto a los mediadores culturales -empleados de asociaciones de inmigrantes que prestan servicios a AIMA de forma permanente-, Pedro Portugal Gaspar elogió su papel "muy importante", principalmente en el "servicio a las propias comunidades" y admitió que su situación es precaria.
El director de AIMA también destacó que está "estudiando ampliar el horario de apertura de las propias tiendas", con un sistema de turnos de trabajo, para ofrecer una "mayor oferta de servicios" a los usuarios.