El índice en cuestión evalúa comparativamente 48 sistemas de pensiones de todo el mundo, otorgando a los Países Bajos la mejor calificación, seguidos de Islandia y Dinamarca. Portugal ocupa el puesto 22, con una puntuación global de 66,9 puntos.

Entre las principales mejoras destaca "la necesidad, por una parte, de aumentar el valor de las pensiones relativas a los sistemas privados, lo que implica un aumento del nivel de las cotizaciones y de los importes de los activos asignados a estos sistemas", así como "una reducción progresiva de los niveles de deuda pública y del gasto público en pensiones".

"Ante el descenso de la natalidad y el aumento de la esperanza media de vida, los sistemas de Seguridad Social están en el centro de atención", destaca Cristina Duarte, responsable de Mercer, citada en un comunicado.

En este sentido, se argumenta que es necesario "garantizar una fuerte alineación entre los planes de pensiones públicos y privados, aumentar la cobertura de los empleados y promover una mayor participación laboral para aquellos que deseen trabajar a edades más avanzadas".