Las fuertes tormentas solares de este año han desencadenado auroras centelleantes mucho más al sur de lo normal, incluso en Portugal, llenando los cielos de tonalidades rosas, moradas, verdes y azules.
El Sol se encuentra actualmente en el punto álgido de su ciclo de 11 años, lo que hace que las erupciones solares y las auroras boreales sean más frecuentes, informó Associated Press(AP).
Se espera que este periodo activo dure al menos un año más, aunque el momento en que la actividad solar alcanzará su punto máximo no se sabrá hasta meses después, según la Agencia Espacial Estadounidense(NASA) y la Agencia Estadounidense para los Océanos y la Atmósfera(NOAA).
Este ciclo solar produjo auroras más coloridas más al sur y es probable que aparezcan más, destacó Kelly Korreck, de la NASA.
"Todavía podemos tener algunos buenos espectáculos en los próximos meses", aseguró el científico.
Estas tormentas también pueden interrumpir temporalmente el suministro eléctrico y las comunicaciones.
Antes de una erupción solar, la NOAA advierte a los operadores de centrales eléctricas y naves espaciales en órbita.
En mayo, la NOAA emitió una rara advertencia de tormenta geomagnética grave. La tormenta que azotó la Tierra fue la más fuerte en más de dos décadas y produjo auroras boreales en todo el hemisferio norte.
Ese mismo mes, los científicos registraron la mayor erupción del Sol, pero la Tierra estaba fuera de su camino.
Ciclos solares anteriores produjeron tormentas más intensas que las de mayo, por lo que los meteorólogos espaciales vigilan el Sol para prepararse ante cualquier perturbación importante, señaló Bill Murtagh, de la NOAA.
La semana pasada, una potente tormenta solar deslumbró a los observadores del cielo lejos del Círculo Polar Ártico al aparecer auroras en lugares inesperados, como Alemania, Reino Unido, Nueva Inglaterra y Nueva York.