"En los ambulatorios, la reducción de la incidencia de las infecciones respiratorias bacterianas por la restricción del movimiento y la aglomeración de personas y el uso generalizado de mascarillas y la reducción del acceso a las consultas médicas determinaron una clara reducción del consumo de antibióticos", señala el informe anual del Programa de Prevención y Control de Infecciones y Resistencia a los Antimicrobianos (PPCIRA) de la DGS.
Publicado hoy, en el Día Mundial de la Higiene de Manos, el documento señala que el consumo de antibióticos en pacientes externos tuvo una "tendencia ligeramente creciente" entre 2013 y 2019, pero manteniéndose siempre por debajo de la media europea.
"En 2020, debido al contexto pandémico, se produjo una marcada reducción del consumo, que parece mantenerse en 2021. Esta reducción fue más marcada que la media europea", añaden también los datos del PPCIRA.
Advertencia
Sin embargo, la relación entre los antibióticos de amplio espectro y los de estrecho espectro aumentó entre 2018 y 2021 y de forma más acusada que la media europea, lo que convierte a Portugal en el "quinto peor resultado a nivel europeo en este indicador", advierte el informe publicado por la DGS.
En cuanto al consumo hospitalario de antibióticos, el documento señala que se ha mantenido estable desde 2013 y por debajo de la media europea.
"El consumo de un grupo de antibióticos de uso hospitalario más asociado al tratamiento de infecciones causadas por bacterias multirresistentes se ha mantenido estable desde 2014, resolviendo la tendencia creciente que se produjo entre 2011 y 2014", señala también el informe.