Según CNN Portugal, el hacker estableció contacto directo con cientos de clientes entre el 12 y el 16 de junio, dejando al hotel sin poder acceder a la plataforma de Booking durante cuatro días.
Los propietarios del hotel pensaron inicialmente que se trataba de un simple fallo de acceso debido al mantenimiento del sitio.
El secreto del éxito del pirata informático fue poner el precio de las habitaciones a 40 euros por noche, en contra de los 200 a 300 euros habituales. Esta estratagema hizo que mucha gente aceptara la oferta falsa, con más de 1.000 reservas en sólo cuatro días.
El hacker envió un enlace de pago a los clientes, desviando todo el dinero de los propietarios del hotel. En cuanto a las reservas, todas eran ficticias, lo que llevó a quienes creían haber reservado una habitación a bombardear el hotel con quejas.