El Servicio de Extranjería y Fronteras (SEF) reaccionó rápidamente a la invasión rusa de Ucrania: dos días después del estallido de la guerra, suspendió el examen de las solicitudes de Autorización de Residencia e Inversión (ARI) de los ciudadanos rusos. Sin embargo, nada ha impedido a estos ciudadanos presentar solicitudes de visados dorados en Portugal: entre mayo y agosto, se registraron 10 solicitudes de permiso de residencia por inversión de ciudadanos rusos. Todas fueron rechazadas por el SEF.
Según un informe de idealista, fue el 26 de febrero cuando el SEF dejó clara su postura: "Suspendió la evaluación de cualquier expediente de solicitud de permiso de residencia por inversión -comúnmente conocido como visado dorado- para ciudadanos rusos", dijo entonces Augusto Santos Silva, ministro de Estado y Asuntos Exteriores.
La decisión se tomó en consonancia con las sanciones económicas y políticas impuestas a Rusia por la UE. Entre ellas, incluyó la congelación de activos en Portugal y la prohibición de la libertad de circulación de oligarcas y personas bajo la influencia de Vladimir Putin, como el empresario Roman Abramovich.
Aunque la medida se aplicó con efecto inmediato, el SEF recibió 10 solicitudes de visados dorados de ciudadanos rusos entre mayo y agosto (entre marzo y abril no recibió ninguna petición), señala Público. Pero todas fueron rechazadas: "El SEF informa de que, siguiendo las recomendaciones de la Comisión Europea, desde el inicio de la guerra no ha concedido ningún permiso de residencia por inversión a ciudadanos rusos", dijo el SEF al mismo diario.
Cabe destacar que Rusia era, hasta entonces, uno de los países que más invertía en Portugal a través de los visados de oro. Según los datos del SEF en 2021, la inversión rusa alcanzó los 33,6 millones de euros, siendo el cuarto país que más invirtió, por detrás de China, EEUU y Brasil. Ese mismo año se concedieron 65 visados de oro a ciudadanos rusos.
En enero de 2022, los ciudadanos rusos ya habían invertido 4 millones de euros en Portugal (100% en inmuebles) con los que obtuvieron siete permisos de residencia, accediendo así al espacio Schengen. A pesar de haber suspendido la concesión de nuevos visados de oro, Portugal decidió no revocar los permisos de residencia ya concedidos a los ciudadanos rusos.