La doble exención se garantiza en forma de distribución de beneficios en caso de que las empresas aumenten estructuralmente los salarios en al menos un 5%.

"En 2024, además de lo que ya existe en la Seguridad Social [exención de la TSU], los dividendos [o primas] estarán exentos del IRS para los trabajadores, excluidos los accionistas", dijo la ministra de Trabajo, Ana Mendes, al Jornal de Negócios Godinho, aclarando que este régimen fiscal se aplica a los pagos realizados en 2024, sobre la base de los beneficios de 2023.

El anuncio se basa en el acuerdo firmado este fin de semana, en el que el Ejecutivo se compromete a aprobar un "incentivo fiscal, en 2024, en términos de IRS, aplicable a la participación de los trabajadores en los beneficios, a través de bonificaciones de balance de las empresas, hasta el límite de un salario mensual básico devengado por el trabajador y un máximo de cinco salarios mínimos, siempre que el empleador haya, en 2024, aumentado el salario al universo de trabajadores".

Otra novedad del llamado Reforzamiento del Acuerdo de Mediano Plazo para Mejorar Ingresos, Salarios y Competitividad es que el régimen de transparencia fiscal también se aplicará a "empresas sin actividad económica autónoma". La intención debe concretarse, en términos legales, con el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2024, cambiando un régimen que no se modificaba desde 2014. En lugar de pagar IRC por los beneficios, estos se imputan a los socios, que tendrán que pagar IRS, con tipos más altos.