El fin de los visados dorados en octubre y el de los residentes no habituales ya en 2024 podrían ayudar a explicar el contraciclo generado por la fiebre de compra de viviendas por parte de extranjeros extracomunitarios, que alcanzó máximos de 5 años, según idealista.

En Portugal se vendieron 34.256 viviendas entre julio y septiembre de 2023, un 18,9% menos que en el mismo periodo del año anterior. Estas ventas de viviendas movilizaron un total de 7.100 millones de euros (-12,2%), según revela el Instituto Nacional de Estadística (INE).

También destaca que los portugueses compraron menos casas (-20,1%), al igual que los extranjeros residentes en Europa (-9,1%).

  • Compradores nacionales: Se vendieron 31.515 viviendas, un 20,1% menos interanual. En términos de valor, se registraron casi 6.200 millones de euros (-13,4%);
  • Residentes de la UE: se transaccionaron un total de 1.349 viviendas, registrando una reducción interanual del 9,2%. Aquí se movilizaron 335 millones de euros (-20,3%);
  • Residentes extranjeros fuera de la UE (otros países): Se registraron 1.392 transacciones, lo que corresponde a un aumento interanual del 8,7%. Estas viviendas vendidas supusieron un desembolso inicial de 566 millones de euros, un 11,3% más que hace un año.

Esto significa que, a diferencia de los ciudadanos portugueses y comunitarios, los residentes fuera del espacio europeo compraron 111 viviendas más en el verano de 2023 en comparación con el verano del año anterior e invirtieron 57 millones de euros adicionales. Tanto el número de viviendas adquiridas por extranjeros extracomunitarios como el importe invertido representan máximos de 5 años, según las series disponibles del INE que se remontan a 2019.