El estudio, realizado por la agencia canadiense de inmigración CanadaCIS, analizó los datos más recientes de Eurostat sobre inmigración, de 2009 a 2021, para determinar qué países tienen el mayor y el menor porcentaje de residentes de terceros países que se convierten en ciudadanos.

Los diez países donde es más fácil obtener la nacionalidad están menos agrupados que los países con más dificultades, con cuatro en Europa septentrional y occidental y uno en Europa meridional y sudoriental. Al menos uno de cada 20 (5%) residentes en terceros países adquiere la nacionalidad anualmente en cada país.

Suecia es el país más fácil, con casi uno de cada diez (9,3 por ciento) residentes de terceros países que adquieren la ciudadanía, más del doble de la media de la UE. En comparación con otros países, Suecia registra las tasas de aceptación más altas tanto para hombres como para mujeres. Las mujeres tienen ventaja, con una tasa de aceptación del 10,02 por ciento, frente al 8,66 por ciento de los hombres.

Noruega, Países Bajos, Portugal e Islandia ocupan los puestos segundo a quinto entre los países donde es más fácil adquirir la nacionalidad, con tasas de adquisición superiores a uno de cada 25 (4 por ciento).

Portugal ocupa el cuarto lugar entre los 32 países europeos donde es más fácil obtener la nacionalidad, con más de tres de cada 50 (6,6 por ciento) residentes de terceros países que se convierten en ciudadanos, según la encuesta divulgada por NM.

Los más difíciles

El análisis también reveló cuáles son los 10 países europeos en los que es más difícil obtener la nacionalidad, nueve de ellos situados en Europa Central.

Estonia es el país donde es más difícil obtener la nacionalidad para los residentes de terceros países. Tiene el porcentaje medio más bajo de residentes que obtienen la nacionalidad, en torno a uno de cada 200 (0,6 por ciento). Los hombres tienen menos probabilidades de ser aceptados, con una tasa de adquisición inferior, del 0,58 por ciento, frente al 0,69 por ciento de las mujeres.

Letonia, la República Checa y Lituania, a su vez, son los tres siguientes países donde es más difícil adquirir la nacionalidad, ya que menos del 1 por ciento de sus residentes en terceros países lo hacen, frente a la media europea del 3. 56 por ciento.

Los países clasificados del quinto al noveno -Austria, Liechtenstein, Eslovaquia, Eslovenia y Alemania- conceden la nacionalidad a menos de uno de cada cincuenta (2%) residentes en terceros países.

Por último, Dinamarca es el país de fuera de Europa Central donde es más difícil obtener la nacionalidad, con una tasa de adquisición del 2 por ciento.