"Nos quedamos con la idea clara de que el Ministerio no va a seguir esta línea, lo que es una pena", lamentó Mónica Pereira, en declaraciones a la agencia de noticias Lusa al término de una reunión en el Ministerio de Educación, Ciencia e Innovación(MECI).

En la reunión, a la que asistió el subsecretario de Estado de Educación, Alexandre Homem Cristo, el movimiento Menos Pantallas, Más Vida abogó por prohibir los smartphones en todas las escuelas, una decisión que actualmente está en manos de los directores.

"El estatuto del alumno dice que está prohibido tomar y compartir imágenes, pero esto no se practica", dijo Mónica Pereira, que cree que, en lugar de cambiar el reglamento de cada escuela para limitar el uso de teléfonos móviles, sería necesario revisar el estatuto del alumno en este sentido.

El año pasado, el ex ministro de Educación, João Costa, pidió al Consejo Escolar una opinión sobre el asunto y, en aquel momento, los directores entendieron que la solución para responder a los impactos negativos del uso del móvil en el contexto escolar no pasaba por prohibir su uso, argumentando que debían ser los propios grupos los que decidieran.

Según la portavoz del movimiento, el MECI creará ahora guías informativas para las escuelas, pero a pesar de reconocer la importancia de las campañas de información y concienciación, cree que esto no es suficiente.

La postura del ministerio sobre los libros de texto digitales también es insuficiente, añade Mónica Pereira.

En agosto, el Ministerio de Educación y Cultura anunció que el proyecto piloto continuaría en el próximo curso escolar, pero que se llevaría a cabo una evaluación de impacto de la medida para decidir si continuaba a partir de 2025/2026.

De momento, la quinta fase del proyecto mantendrá el mismo formato para los alumnos de 2º y 3º ciclo, con la posibilidad de que nuevas clases se incorporen a los libros de texto digitales, pero no se incluirán nuevas clases de 1º ciclo ni de Educación Secundaria.

"Se queda muy lejos de lo que pedimos y de lo que se practica en otros países", subraya el portavoz, que adelanta que los resultados de la evaluación de impacto reflejarán las posturas que han compartido muchos padres y profesores.

En mayo, una encuesta realizada por el movimiento reveló que más de cuatro de cada cinco tutores están descontentos y abogan por poner fin a la iniciativa.

Entre las 462 respuestas, el 90% de los padres dijeron que preferían los libros de papel porque permitían a los alumnos concentrarse más, mientras que sólo el 8% prefería los libros de texto digitales. Casi un tercio siguió comprando libros de texto en papel, a pesar de la transición.

El año pasado, los libros de texto digitales llegaron a 24.011 alumnos, la mayoría de 3º ciclo (46,8%), seguidos de 2º ciclo (28,5%), secundaria (16,3%) y 3º y 4º curso (8,4%), según datos de la Dirección General de Educación.

Este ha sido el curso con más participación en el proyecto piloto que comenzó en 2020/2021, en plena pandemia de Covid-19, con cerca de un millar de alumnos en nueve centros.