Se convirtió en el segundo Papa después de San Pedro, dirigiendo la Iglesia desde aproximadamente el año 67 d.C. hasta su muerte alrededor del 76 d.C.. Los primeros documentos eclesiásticos indican que Pedro y Pablo nombraron a Lino líder de la comunidad cristiana de Roma tras establecer la Iglesia allí. Durante su papado, se cree que Lino decretó que las mujeres debían cubrirse la cabeza al entrar en las iglesias, una directiva que se cree que estaba en consonancia con las enseñanzas de San Pedro y San Pablo. También se le menciona en el Nuevo Testamento, concretamente en la Segunda Epístola a Timoteo.

A pesar de ser reconocido como mártir, las circunstancias de su muerte siguen siendo confusas. Algunas fuentes afirman que fue enterrado cerca de San Pedro, en la colina del Vaticano. Su festividad se celebra el 23 de septiembre.