"En los últimos años, se ha producido un aumento exponencial de la actividad sísmica en la Región Autónoma de Madeira", dijo Ricardo Lume.
El diputado recordó que el último terremoto de mayor magnitud en el archipiélago se registró el 7 de marzo, alcanzando los 5,3 grados en la escala de Richter, a 40 kilómetros de Deserta Grande, originándose a 4,7 kilómetros de profundidad y "se sintió en toda la isla de Madeira".
Ricardo Lume afirmó que "la mayoría de la población y gran parte de las infraestructuras no están preparadas para un impacto sísmico más fuerte".
El partido PCP recomienda que el Gobierno Regional elabore un plan de acción sobre los riesgos sísmicos en Madeira, caracterice a la población y los edificios más vulnerables y prepare intervenciones específicas para la adaptación o rehabilitación de los edificios y equipamientos públicos con importancia estratégica para la protección civil en situaciones de terremotos más impactantes.