"Está muy clara la opinión de los empresarios en cuanto al segmento que tendrá más beneficios con la implantación de la semana de cuatro días, considerando que seguramente serán los trabajadores y no las empresas", concluyó la Asociación Empresarial de Portugal (AEP), a partir de una encuesta realizada este mes y que incluyó respuestas de 1.130 empresas de diferentes sectores de actividad.
El análisis concluye que "cerca de un tercio de los empresarios considera que la implantación de la semana de cuatro días "no será beneficiosa para ninguna de las partes", mientras que "más de un tercio de los encuestados considera que será "sólo beneficiosa para los trabajadores"". Esta última proporción se eleva a cerca del 50% en el caso de las respuestas dadas por los empresarios del sector industrial, señaló la asociación.
Desde el punto de vista del impacto sobre el trabajador, los empresarios consideran ventajosa la propuesta, en los diferentes escenarios posibles.
Siempre desde la perspectiva del trabajador, las empresas consideran que el impacto positivo más significativo se refiere a los factores de bienestar personal (el 83% de las empresas atribuyen un impacto positivo o muy positivo), la calidad de vida (83%), el apoyo familiar (76%) y los costes de desplazamiento (66%).
Sin embargo, la mayoría de los empresarios considera que la medida tendrá un impacto neutro en factores como la satisfacción laboral, la intención de permanecer en la empresa o el nivel de compromiso con la misma.
"La inmensa mayoría de las empresas está de acuerdo (parcial o totalmente) en que, como alternativa al modelo de cuatro días semanales, sería preferible la flexibilidad total en el modelo a adoptar, por acuerdo entre el trabajador y la empresa (77% de las empresas)", refiere la AEP.