La cuenta atrás para esos últimos meses antes de nuestra gran mudanza al extranjero fue alternativamente comernos las uñas y bailar felices... bailar felices y comernos las uñas. Y las idas y venidas entre ambas se aceleraban cuanto más nos acercábamos a la fecha (rellene el espacio en blanco) ________. Cosas como visados, permisos de residencia, entrevistas de inmigración, un lugar donde vivir, embarque, seguro médico, etcétera. Esto, por supuesto, probablemente tocará la fibra sensible de casi cualquier persona decidida a cruzar el charco como expatriado/inmigrante. Y las etapas posteriores también son muy cercanas.
Una vez aterrizado como inmigrante, se inicia una fase totalmente nueva... la celebración de la hazaña "¡Lo he conseguido!" o "¡Lo hemos conseguido!". Esta "luna de miel" en la que nos deleitamos con la novedad de nuevos lugares, nuevos acontecimientos y nueva comida nos lleva a abordar las cuestiones "más suaves" y menos apremiantes de los plazos de inmigración, como el permiso de conducir, los impuestos en el extranjero, el idioma, las escuelas, los médicos, etc.
Y a medida que la adaptación continúa, surgen las cosas prácticas que acompañan a cualquier mudanza, doméstica o no... cortes de pelo y peluquería canina, manitas, Netflix... y lo más importante: hacer amigos.
Hacer amigos: ¡los amigos adecuados!
Como bien dijo John Donne, poeta, erudito y sacerdote inglés del siglo XVII, "Ningún hombre es una isla". Es decir, somos animales sociales que dependen de la compañía y el consuelo de los demás para prosperar (no confundir con la mera supervivencia).
Es un terreno delicado, en el que damos un gran salto de nuestra antigua vida -dejando atrás amigos y familia- a nuestra nueva vida, en la que aún tenemos que desarrollar relaciones significativas. Unos pocos amigos bien elegidos son la clave para que nuestra adaptación prospere con éxito.
¿Cómo encontramos a nuestra gente? En la comunidad de expatriados, podemos asistir a innumerables reuniones, la mayoría con bebidas y comida, que reflejan una especie de ambiente de citas rápidas. Pero, como sabemos de citas, los bares y las copas no son las mejores vías para encontrar pareja.
Como estamos descubriendo el terreno, descubrir a las personas que coinciden con nuestros valores e intereses y que harían amigos compatibles a menudo se nos escapa en nuestro nuevo país. Así que tenemos que hacer un esfuerzo adicional.
Cuando llegué aquí sabía que lo que más me gustaba era estar rodeada de gente que, como yo -y por cursi que suene-, reflexiona sobre lo que es verdaderamente importante en la vida, agradeciendo lo que tiene y mirando el vaso medio lleno. Y, como terapeuta, sé que el bienestar se fomenta alejándose de los cotilleos y de las historias de "pobre de mí" sobre cosas que han salido mal.
Conócete a ti mismo
Antes de hacer amigos, por supuesto, tenemos que ponernos en lugares para conocerlos. Y encontrar lugares que atraigan a personas con intereses comunes es una forma estupenda de explorar esta posibilidad. Yo he conocido a "amigos materiales" haciendo senderismo, bailando, meditando, haciendo retiros y cosas por el estilo.
Para descubrir estos grupos y eventos, la tecnología es nuestra mejor amiga. Las redes sociales en Portugal son muy populares entre los expatriados. En general, creo que los mayores de 40 años se conectan a través de páginas de Facebook (como: "Portugal Conscious Community and Events") y los menores de 40 siguen grupos sociales en Telegram (por ejemplo, en mi zona, "Conscious Events⎹ South Portugal" es popular). Dinos cuáles son tus favoritos en la sección de comentarios.
Pero antes de ir a conocer gente con la idea de crear conexiones significativas y auténticas, es útil hacernos algunas preguntas sencillas para aclarar quiénes somos y qué queremos (y es valioso capturar tus respuestas en papel para que puedas revisarlas y discutirlas, ¡quizás con un nuevo amigo!)
- ¿Qué cualidades humanas me gustan?
- ¿Qué cualidades humanas no me gustan?
- ¿De qué cualidades estoy hecho?
- ¿Cómo hago ver a los demás mis cualidades y lo que considero importante de mí mismo? (A menudo, esto se puede demostrar simplemente con tus interacciones con los demás, que demuestran, por ejemplo, que eres una persona generosa y justa).
¿Cuáles son mis intereses y aficiones? (por ejemplo, me puede venir a la mente el voluntariado)
Encontrar tu "nuevo equilibrio
Mientras nos centramos en cultivar relaciones sanas en nuestro nuevo país, al mismo tiempo, queremos ser creativos para mantenernos en contacto con nuestros amigos más cercanos y la familia de la que nos despedimos.
Una vez más, la tecnología es nuestra gran aliada. Nunca utilicé mucho las llamadas de voz y vídeo gratuitas (por ejemplo, WhatsApp, Signal) en Estados Unidos, pero ahora son un pilar para mantenerme en contacto con la gente que quiero.
Con los viejos amigos, programamos una hora que nos venga bien a los dos, generalmente un día de fin de semana, a última hora de la mañana para ellos y a media tarde para mí. Otros expatriados me han dicho que tienen una hora fija semanal para hacer videollamadas. (¿Tienes ideas? Cuéntanoslas en los comentarios).
También soy partidaria de compartir una "nota de amor" rápida y sencilla cuando leo un artículo o veo algo que sé que puede hacer sonreír a un ser querido. Les envío un mensaje de WhatsApp diciendo simplemente "pensando en ti..." y añado el enlace o la foto. Es una forma enriquecedora de enviar un beijinho (besito) desde lejos.
Hacer amigos: Ciencia inexacta
Esto de los amigos es una ciencia inexacta, pero como la amistad es tan vital para nuestro bienestar, es esencial saber cultivar conexiones profundas con las personas que nos atraen. Cuando te sientas bien y estés preparado para profundizar en tu amistad, puedes empezar a tener conversaciones sobre tu VERDADERO yo. Si la amistad está preparada y la persona es digna de confianza, también se abrirá sobre sus vulnerabilidades. Si no se abren, o la amistad no está preparada o es hora de buscar nuevos amigos.
Becca Williams se está asentando en Lagos, una ciudad costera del sur de Portugal. Contacte con ella en AlgarveBecca@gmail.com
Becca Williams lives in Lagos, a seaside town on Portugal’s southern coast. Contact her at AlgarveBecca@gmail.com.