El proyecto, denominado BeeLand, está financiado por el Programa de Recuperación y Resiliencia(PRR) y en él participan dieciséis socios, entre ellos empresas y organizaciones del sector apícola.

El objetivo es estudiar el sector y los cambios provocados por factores como el cambio climático, los incendios o la sequía, y buscar soluciones para las nuevas realidades que conllevan, concretamente en lo que respecta a la miel portuguesa con Denominación de Origen Protegida (DOP).

Portugal cuenta con nueve regiones DOP en las que la miel producida obedece a una serie de normas definidas hace 30 años y que no se adaptan a los tiempos actuales con cambios, concretamente en lo que se refiere a la vegetación, que altera el color y el sabor, según explican los responsables del proyecto.

Muchos apicultores no cumplen los requisitos y la miel certificada ha ido perdiendo terreno, con una caída de unos 450.000 kilos en 2010 a 15.000 kilos en 2020, aunque la producción total nacional de miel ha aumentado en 2019.

Cristofe Espírito Santo proporcionó los datos, procedentes del Centro Nacional de Competencias en Apicultura y Biodiversidad, una de las entidades implicadas en el proyecto BeeLand.

No es culpa de las abejas

"No es culpa del apicultor, ni de las abejas", subrayó, explicando que una de las prioridades del proyecto es actualizar las especificaciones de la miel DOP, para que puedan responder a las condiciones actuales.


Además, "las DOP indican la naturaleza tradicional del producto, pero la tecnología ha evolucionado. Hoy la miel se elabora con la calidad que dan 30 años de experiencia", según el presidente de la Federación Nacional de Apicultores de Portugal, Manuel Gonçalves.


"Nos estamos dando cuenta de que vamos a tener que valorizar nuestra miel DOP de producción ecológica para poder permanecer en el mercado. Nuestro mercado es el de las tiendas de productos de calidad y las tiendas de barrio, no es para la gran distribución", dijo.


La federación, también socia del proyecto, señala que, "en este momento, con la gran transformación que se está produciendo en la agricultura, con la plantación de especies que necesitan polinización, las condiciones climáticas, la búsqueda de la polinización por las abejas, es necesario empezar a organizar el territorio." Para ello, defiende que es necesario crear en Portugal "un pool de polinización que esté disponible en cualquier momento, que organice el sector" para que, en situaciones de crisis como la actual, no haya rupturas en el sector.