"Muchas naciones y áreas urbanas se enfrentan al reto de diseñar políticas que garanticen que la población local se beneficia de una afluencia potencialmente grande de residentes extranjeros", revela el estudio "Trabajo a distancia, residentes extranjeros y el futuro de las ciudades globales", firmado por João Guerreiro, Sérgio Rebelo y Pedro Teles, y recogido por Público.
Según los economistas, "restringir la compra de propiedades por extranjeros o imponer impuestos a estas compras no es lo ideal". Para resolver el problema, proponen un enfoque que "implica internalizar las externalidades mediante la aplicación de transferencias a los individuos locales, en función de su localización residencial y profesional".
Los investigadores argumentan que los nuevos residentes extranjeros representan plusvalías - "que resultan de la venta de casas y terrenos a precios más altos a los extranjeros"; y simultáneamente costes derivados del desplazamiento de antiguos residentes a las afueras, así como la pérdida de autenticidad en las ciudades.
No obstante, creen que estos costes pueden neutralizarse. Una forma de corregir estos efectos adversos es "subvencionar a los antiguos residentes en función de su ubicación, contrarrestando el traslado a las afueras", afirma João Guerreiro en declaraciones al periódico.
Además, defiende la fiscalidad directa en lugar de aumentar los impuestos sobre la compraventa de viviendas.
"Las políticas que restringen la compra de casas por nuevos residentes o que aumentan sus impuestos no permiten aprovechar las plusvalías de la entrada de estos nuevos residentes y son, por tanto, ineficientes desde el punto de vista del país en su conjunto", subrayan.