Desde sus modestos comienzos hasta su posición actual como una de las principales aerolíneas internacionales, TAP Air Portugal ha experimentado importantes transformaciones que han consolidado su lugar en la industria aérea.
Por naturaleza, las compañías aéreas van y vienen. Las compañías de bandera nacional siempre han tenido ventaja sobre las corporativas. Ambas han caído. Algunos de los nombres que me vienen a la mente son Pan Am, TWA, no financiadas por el gobierno, pero importantes y conocidas. FlyBe, Thomas Cook, Air Italy, British Caledonian y British Midland, Lakers Airways Skytrain, Sabena, Swissair (la aerolínea de bandera suiza), Monarch, grandes y pequeñas, y la lista continúa. 26 aerolíneas famosas han quebrado. TAP sobrevivió.
Una larga historia
La fundación de TAP Air Portugal tuvo lugar en 1945, poco después del final de la Segunda Guerra Mundial, con el objetivo de conectar Portugal con sus territorios de ultramar. Al principio, la aerolínea operaba con una pequeña flota de aviones de hélice y cubría un número limitado de rutas. Sin embargo, a medida que el imperio colonial portugués se expandía, también lo hacían las operaciones de TAP, lo que provocó el rápido crecimiento de la aerolínea en los primeros años. En la década de 1950, TAP se había consolidado como una compañía fiable para los pasajeros que viajaban desde y hacia Portugal.
Uno de los hitos clave en la historia de TAP Air Portugal fue la introducción de aviones a reacción en su flota en la década de 1960. Esto marcó un cambio significativo en las operaciones de la aerolínea, permitiéndole ofrecer servicios más rápidos y eficientes a sus pasajeros. Además, TAP formó alianzas y asociaciones con otras aerolíneas, ampliando aún más su alcance y conectividad. La aerolínea también se centró en modernizar sus servicios e instalaciones, introduciendo nuevas tecnologías y comodidades para mejorar la experiencia de los pasajeros.
Los políticos y los sindicatos tienen una voz fuerte
El gobierno y los sindicatos siempre han tenido mucho que decir sobre lo que ocurre con TAP. Ambos tienen razones comprensibles, pero esto ha complicado el progreso; por volver a lo obvio, TAP ha sobrevivido. El magnate brasileño-estadounidense de las aerolíneas David Neeleman se convirtió en accionista mayoritario. Ni que decir tiene que no sin eventuales polémicas por parte del gobierno y los sindicatos.
El empresario argumentó que el plan de su equipo había "salvado a TAP en 2015 y en los años siguientes". Neeleman habló de la "interferencia política y la presión política inaceptable" sobre la aerolínea que dirigió a través del consorcio Atlantic Gateway entre 2015 y 2021.
El empresario de JetBlue fundó cinco aerolíneas comerciales: Morris Air, WestJet, JetBlue Airways, Azul Brazilian Airlines y Breeze Airways, y junto con Humberto Pedrosa y Aigle Azur, fue propietario del 45% de TAP Air Portugal hasta su marcha. Bajo más de una polémica, encargó 53 nuevos aviones Airbus. TAP sigue teniendo una flota muy moderna de los últimos (y más económicos) aviones Airbus. En 2020, cuando TAP volvió a ser propiedad del Estado, tras los problemas causados por la pandemia de covid, Neeleman recibió un pago de 55 millones de euros por renunciar a su participación.
El covid fue un reto enorme
La pandemia de covid fue un grave problema para TAP, como para la mayoría de las compañías aéreas. Nadie la manejó muy bien y miles de pasajeros de toda Europa, y más allá, se sintieron muy frustrados con sus aerolíneas, que sencillamente no supieron manejar la pandemia.
En los últimos meses, el tema de la privatización ha vuelto a dar mucho que hablar. Las elecciones frenaron las conversaciones, pero el nuevo gobierno parece seguir favoreciendo la privatización. El Director General de TAP, Luís Rodrigues, sostiene que ésta debe ser parcial, lo que ha provocado una reprimenda del Gobierno. Una vez más, la política y la gestión no parecen estar totalmente de acuerdo. Queda por saber qué piensan los sindicatos, pero tienen una voz fuerte.
¿Quién podría comprar TAP?
Uno de los factores clave que influyen en el interés de las compañías aéreas por adquirir TAP es la situación estratégica de sus rutas. TAP cuenta con una fuerte presencia en Europa, África y América, con especial atención a mercados clave como Brasil y Estados Unidos. Las aerolíneas que busquen mejorar sus operaciones transatlánticas o ampliar su alcance en Europa encontrarían muy atractiva la red de rutas de TAP. Además, la moderna flota de TAP y su competitiva cuota de mercado aumentan aún más su atractivo como posible objetivo de adquisición.
Nombres como Air France, KLM, Lufthansa y el grupo IAG. (Aer Lingus, British Airways, Iberia, Vueling y LEVEL). TAP es miembro de Star Alliance, junto con otras 25 compañías aéreas. Mantenerse dentro del mismo grupo de aerolíneas debe ser una gran ventaja. En mi opinión, esto coloca a Lufthansa en una posición de fuerza, pero políticos, directivos y sindicatos tendrán que ponerse de acuerdo, así que no contenga la respiración.
La razón por la que TAP ha sobrevivido y seguirá sobreviviendo es que es única. TAP no es sólo la aerolínea de bandera de Portugal, es más que eso, es portadora de la hospitalidad y la calidez del pueblo portugués. Recuerdo subir a un vuelo de TAP en Nueva York, una ciudad que es cualquier cosa menos tranquila, y fue como estar de vuelta en Portugal. Un personal de cabina cálido y amable y una bienvenida genuina. No siempre lo hacen bien, ninguna aerolínea lo hace. Pero mientras tantas compañías aéreas sólo se preocupan por conseguir el mayor número posible de pasajeros con el menor servicio posible, TAP sigue destacando como una compañía aérea que intenta establecer estándares más elevados.
Como Portugal.
Resident in Portugal for 50 years, publishing and writing about Portugal since 1977. Privileged to have seen, firsthand, Portugal progress from a dictatorship (1974) into a stable democracy.