El Parlamento Europeo debatió y aprobó el 9 de marzo una resolución sobre la ciudadanía por inversión (CBI) y la residencia por inversión (RBI).
Según la Presidenta de la Comisión, Ursula Von der Leyen, "ya sea sobre la primacía del Derecho Europeo, la libertad de prensa, la independencia del poder judicial o la venta de los pasaportes dorados, los valores europeos no están en venta".
El Parlamento critica tanto los Programas CBI como los RBI por varias razones, aunque los Programas CBI fueron los más focalizados, siendo la prioridad en el conjunto de medidas a aplicar todavía. Según el Parlamento Europeo, no es correcto conceder la nacionalidad de la UE a nacionales de terceros países, ya sea directa o indirectamente, ya que los Programas CBI requieren una presencia tan pequeña en el país y son relativamente más rápidos que otras vías legales. Además, son mucho más propensos a tener problemas relacionados con la corrupción, el blanqueo de dinero, las amenazas a la seguridad o la evasión fiscal, junto con la inflación que proporciona al mercado interior. Países como Bulgaria, Chipre y Malta ofrecen programas CBI. Junto a lo anterior, también se destaca que hay diferentes entidades y empresas que se benefician de estos Programas, que el Parlamento también quiere impugnar.
Una de las mayores preocupaciones con respecto a estos programas es la falta de cooperación entre los diferentes países para mejorar el cumplimiento, la comprobación de antecedentes y otra información relativa a los nacionales de terceros países que es esencial para mejorar la seguridad en el territorio europeo. Aunque la Unión Europea creó un grupo para ello, éste no se ha reunido desde el año 2019, por lo que sigue existiendo una falta de control en este sentido. Para esta Resolución se emitieron varias directrices, como el aumento de la comprobación de antecedentes, la regulación para el cese de los programas CBI para 2025 y la creación de un mecanismo de control de los solicitantes una vez concedida la ciudadanía. El objetivo es establecer un mecanismo europeo que siga verificando el cumplimiento de las normas de la RBI después de que la primera solicitud haya sido aceptada.
En lo que respecta a los programas de RBI y, por tanto, a su impacto en la Golden Visa portuguesa, se propusieron algunas de las siguientes medidas
- Mayor legislación por parte de la UE para armonizar y mejorar la transparencia y el control tanto por parte del país receptor como de la UE;
- Medidas especiales, como la creación de una legislación para los intermediarios y, en el mismo tema, normas específicas para todos los participantes en este proceso con el fin de aumentar la transparencia y evitar que terceros se beneficien de los programas;
- Medidas adicionales para mejorar la comprobación de antecedentes;
- Mayor control fiscal a través de la cooperación de las diferentes autoridades fiscales;
- Medidas adicionales para verificar los documentos. Estas medidas incluirán entidades independientes y una nueva norma de dos personas que verifiquen un documento.
La Resolución no es un documento vinculante, sino un "compromiso" para legislar sobre la materia en el futuro. Según la misma, estas medidas adoptarán probablemente la forma de un Reglamento. Esto significa que el Reglamento será directamente aplicable en todos los miembros de la Unión Europea a partir de su entrada en vigor, sin necesidad de ningún procedimiento legislativo interno. La Comisión preparará ahora la propuesta que debe presentarse al Parlamento de la UE para su debate y, posteriormente, publicará el Reglamento. Es probable que esto lleve hasta un año y medio.
Por ello, y aunque la UE haya optado por acabar primero con los programas CBI, el aumento del control y las medidas relativas a los programas RBI indican que podría seguir su ejemplo a medio plazo. Por lo tanto, y para evitar un sprint de última hora para solicitar o cumplir con los plazos, aquellos que estén interesados en un estilo de vida europeo, deberían tomarse un momento para mirar las opciones disponibles.
Portugal cuenta con uno de los sistemas de inmigración más flexibles, con programas específicos para inversores, empresarios, trabajadores a distancia, pensionistas y profesionales altamente cualificados, junto con soluciones específicas para los ciudadanos PALOP (de países de habla portuguesa). Estas opciones también ofrecen la reagrupación familiar y, aunque no están conectadas con los programas RBI y CBI, también permiten el acceso a la ciudadanía portuguesa después de 5 años, la libre entrada en el espacio Schengen y el acceso al servicio educativo y sanitario portugués y al mercado laboral.
Sara Sousa Rebolo / Miguel Cruz Silva